Mosquetones de Seguridad, un poco de claridad
Hablar de los
mosquetones de seguridad es entrar en un terreno farragoso donde conviven
muchos errores que por desgracia no suelen ser resueltos por los fabricantes
que priorizan adecuarse a la demanda del mercado que al verdadero
comportamiento o uso de este importante material.
Cuando
hablamos de mosquetones de seguridad parece que todo se reduce al
tamaño y la resistencia sin entrar en
aspectos tan importante como el diseño o el
uso que les vayamos a dar, algo muy
esencial si tenemos en cuenta que su uso está dirigid
a maniobras complejas donde la fiabilidad es algo más que una mera
palabra.
El mercado nos provee de muchos modelos y de todos tipos, quizá
demasiados para llegar a conocerlos todos y saber cuál es el idóneo para
nosotros, tampoco ayuda mucho leerse los manuales pues no aportan mucha
información válida para el usuario.
Antes de
empezar conviene hacer un inciso sobre la historia de este importante elemento
de la escalada, hoy nadie discute su
importancia y pese al paso del tiempo su
evolución no nos aleja mucho de su diseño original.
Los primeros
mosquetones no fueron obra de escaladores los primeros modelos formaban parte
del material de trabajo de los bomberos de Munich por los
ya lejanos 1860, su aparición en el mundo de la escalada es difuso y no se
tiene constancia hasta los albores del siglo XX de la mano de Otto Herzog y
Hans Dulfer; desde ese momento ha acompañado
a todo tipo de escaladores y alpinistas.
El material
base era el acero y sólo por causas de escasez a causa de la 2º guerra Mundial
se pasa a usar el aluminio (aleación S -T 24) de
la mano del americano Bill House que constato
que a resistencia era muy similar pero con un peso inferior, habrá que
esperar a Pierre Allain para que
introduzca el material actual o Zicral
(aleación de aluminio 7075-T6), con una composición del 88% aluminio, 6% zinc,
2,5% magnesio, 2% cobre, algo de cromo, silicio, hierro, manganeso y titanio.
Pero
la innovación que nos interesa es la del
primer mosquetón de seguridad o rosca que se produce en 1935, desde ese inicio
su diseño se mantuvo bastante inalterable hasta finales de los 80 donde el
aluminio sustituyo al acero en este tipo de mosquetones y apareció otra figura
el HMS.
Una
vez puestos en materia vamos a lo
fundamental o lo que nos interesa los mosquetones de seguridad. Éstos tienen su
campo de uso en las maniobras que
requieren un mayor porcentaje de seguridad o que eviten la apertura accidental
de los mismos.
Estos
componentes deben someterse a unas certificaciones europeas que
pese a que deben ayudar a aportar
claridad son un poco confusas dado que este material se ve sujeto a dos normativas a las que se acogen los fabricantes según su conveniencia,
aún con todo existe bastante confusión al respecto y es bastante complicado
obtener una información ajustada a las normativas Europeas de estos materiales.
El problema consiste en la existencia de dos
normativas distintas una específica como
material escalada y otra como material
de trabajo, dos aspectos distintos pero que
no influyen demasiado en los
aspectos de su uso.
Con
todo las dos normativas son:
·
La (EN 12275/2013) relativa a materiales de escalada
que les exige una mayor resistencia una catalogación especial de acuerdo
a su uso o carga, algo que por ejemplo
no afecta a que lleven un cierre de seguridad por ese motivo pueden compartir tipo, los que nos interesan son los “B” “H” “D” “X”
“K”.
o
B: Forma tradicional o básica
o
X: Forma Oval
o
H: éste tipo sólo es aplicable a los
HMS
o
D: aquellos que reparten la carga en
una dirección determinada
o
K: para uso en Ferratas
·
La (EN 362) dedicada a materiales implicados en caídas a gran altura y que producen otra
tipificación.
o
B: básica igual que la anterior
o
M: multiuso
o
T: para mosquetones de seguridad o terminales
Pese a
que los mosquetones se tienen que atener
a etas normativas, ninguna de ellas hace referencia a las resistencias que debe
tener un mosquetón de seguridad, cargas aconsejadas, direcciones de la tracción
o
especificaciones de uso en las categorías de uso. Un motivo para no dejarse
llevar por los datos aportados en los manuales
técnicos de los fabricantes que sólo son
eficaces para mosquetones de uso en rescates o ferratas.
Sirva como ejemplo que un mosquetón de seguridad tipo “B” es
igual o más idóneo que uno tipo “H”,
siempre en función del uso que le demos.
Resumiendo se puede decir que estas
normas están más o menos bien y son
necesarias de cara a establecer un
estándar europeo pero si las aplicamos al ámbito del usuario que se ve inmerso en un grado de confusión que
inevitablemente le va a conducir a un error cuando tenga que escoger entre varios modelos, dependiendo en todo momento
del tipo maniobra o uso que le vayamos a dar.
Al final lo único que queda es buscar cual se
adapta mejor a nuestras necesidades sin entrar en aspectos relativos a
los tipos de forja (caliente, fría) tipo de cierre (Rosca, Automáticos ,
mixtos o el novedoso Twin Gate de
Grivel) y otros pormenores que afectan
más a los gustos de cada uno, sólo nos vamos a centrar en el uso que podemos
darles.
Los motivos de toda esta problemática o lio empezó
por los lejanos 90 donde se produjo la aparición de un nuevo mosquetón de
seguridad distinto a los habituales, con
diseño novedoso y que para más inri aparecía con un label UIAA,
esto nos sedujo a la mayoría pasando a ser una referencia dentro de los mosquetones de seguridad por lo
que se hizo una pieza imprescindible entre todos los
escaladores consiguiendo una importante cuota de mercado: éste no es otro que el famoso HMS. Como no podía ser de otra manera
el “nombrecito” ayudo a su popularización y todos pensábamos que ere sinónimo
de seguridad; craso error que se ha mantenido hasta nuestros días, hay que
mencionar que los fabricantes no han ayudado mucho en estos aspectos
contribuyendo a la confusión. Si a esto tenemos en cuenta que mercados con incidencia germana siguen usando en
proporciones altas el nudo UIAA como elemento de aseguración algo que
contribuye de manera indirecta en otros mercados.
Pero ¿Por qué el problema? Muy sencillo
el HMS es un mosquetón pensado y diseñado para ser usado con el Nudo Dinámico o
UIAA, sus siglas que son un acrónimo del
alemán significan eso o lo que es lo
mismo no es un mosquetón de uso
polivalente (Ver Desnivel Nº 342) y necesita
trabajar con unas cargas
direccionales muy determinadas, sin contar que su volumen y tendencia a
rotar lo hace estar muy alejado de las necesidades cotidianas de cualquier usuario del tipo especialidad de
deportes de montaña. Como inciso decir que el problema de la rotación es muy
habitual a la hora de trabajar con sistemas automáticos de aseguración donde se
hace necesario contar con dispositivos antigiro integrados en los mosquetones
HMS.
Así pues la gran pregunta sería y
entonces ¿Cuál sería el ideal para usar?, pues más sencillo de lo que parece los
más polivalentes de uso son los de tipo “B” pues son los que mejor trabajan con
todo tipo de cargas direccionales permitiendo cierto espacio para trabajar
con nudos; si por el contrario para operaciones de autorrescate donde es
necesario usar poleas autobloqueantes de deberemos usar uno oval tipo “X”
que soporta mejor las cargas
direccionales. Otra ventaja de estos mosquetones es su tamaño que los hace más
manejables y nos ahorran un espacio muy
importante en reuniones haciéndolos de esta forma más seguros.
Por resumir y aportar datos decir que
todos los tipos y modelos de mosquetones de seguridad presentes en el mercado
poseen valores adecuados para su función, la diferencia viene marcada por el uso que les demos por eso
deberíamos tener en cuenta estas premisas:
·
Reuniones: usar sólo tipo “B” si usamos cuerdas en caso de
usar cintas Dynema de grosor pequeño lo
mejor serían los “X”, si usamos un HMS este se debería usar sólo como punto
central donde su tamaño permite el trabajo y manejo de otros materiales.
·
Encordamiento
Glaciar: El B es más polivalente aunque el X es factible.
·
AutoRescate:
el más adecuado es el tipo “X”, eventualmente el “B”
·
Top Rope: A todas
luces el “X”, si es de acero mejor así evitaremos el desgaste, en caso los “B” hacen un buen papel.
·
Sistemas de
aseguración: Aunque lo ideal serían los “X” los diseños de muchos aparatos hacen
que sea más cómodo los tipos “B”, si usamos HMS éstos deberían contar con un
sistema antigiro.
·
Barrancos: sólo del
tipo “B” o específicos para estos terrenos
·
Maniobras
Auxiliares: tipo “B” por su polivalencia.
·
Ferratas: sólo los
que vengan con tipo “K”.
·
Otros: si dudas
elije los tipo “B” como elemento más
polivalente.
Al final lo mejor es no dejarse llevar por la
inercia de los demás y pensar un poco el uso que les vamos a dar teniendo en cuenta que “tamaño” y apariencia
no va asociado a prestaciones, lo es fijarse en los valores de
carga/resistencia reseñados por el fabricante y elegir el tipo de mosquetón de
seguridad que se adapte a nuestras necesidades, teniendo en cuenta que la
seguridad es relativa y que viene asociada
en muchos casos con el hecho de acertar con la elección del material.
Un poco de Historia
Las
primeras informaciones atribuyen este
invento a los bomberos de Munich que los usaban en 1860 como material de
trabajo.
Su
paso al mundo de la montaña se atribuye al alpinista Otto Herzog (1888-1964) con su uso consigue la ascensión de la cara
Este del Fleischbank en 1910 y otra vías extremas en los años 20 abriendo de
esta manera el camino hacía a la
escalada en roca tal como se la conoce hoy en día.
Hasta
1941 todos los mosquetones estaban fabricados en acero. Pero debido a la
escasez de este material durante la segunda guerra mundial, Bill House, un
escalador del equipo militar de desarrollo de material de los EE.UU desarrollo
los primeros mosquetones de aleación de
aluminio (S -T 24). Consiguiendo de esta
forma unos mosquetones tres veces más
ligeros que los existentes y con una resistencia similar.
Este
camino fue seguido por Pierre Allain, escalador de origen Francés; que
en 1958 desarrolla un modelo con una nueva aleación de aluminio ( Zicral
7075-T6), con una composición de cerca del 88% aluminio, 6% zinc, 2,5%
magnesio, 2% cobre, algo de cromo, silicio, hierro, manganeso y titanio.
Otras
innovaciones:
- 1935: creación del primer
mosquetón con seguro de rosca.
- 1950: comercialización de
un modelo Pierre Allain en duralium
- 1958: Pierre Allain crea
un modelo en ZICRAL
- 1975: Clog propone el
primer mosquetón con bloqueo
automático.
- 1984: Jean P. Fréchin (New
Alp-Austria) desarrolla el primer mosquetón con cierre curvo.
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